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Calidad del aire interior en edificios de uso público

Calidad del aire interior en edificios de uso público

Los edificios de uso público en los que hay un abundante paso y movimiento de personas como las escuelas, hospitales, centros comerciales, residencias, etc, tienen un nivel de contaminación más elevado que las viviendas y en ellos se pueden encontrar bacterias, virus, ácaros, partículas, humo de tabaco, etc, que pueden alterar la calidad del aire interior y originar efectos nocivos en la salud de las personas. Los problemas de salud pueden ser desde una simple fatiga hasta síntomas compatibles con alergias, infecciones o incluso cáncer. Los contaminantes que podemos encontrar en el aire interior de los edificios de uso público varía según las actividades que se desarrollen en estos espacios, la infraestructura del edificio, el entorno y el estado sanitario de los usuarios.

Principales contaminantes en los edificios de uso público

Los contaminantes presentes en los edificios de uso público pueden provenir del ambiente exterior, estar generados en el edificio, ser generados por los ocupantes y sus actividades o por animales que se encuentren en el edificio o en el entorno. La presencia de contaminantes en el aire interior puede tener diferentes orígenes y ser de diferente tipo:

  • Contaminantes químicos
  • Contaminantes físicos
  • Biocontaminantes

Plan de prevención y control de la calidad del aire en edificios de uso público

Para mantener una adecuada calidad del aire en edificios de uso público se elabora un plan de prevención y control. Este plan de prevención y control es fundamental para evitar la presencia de contaminantes en el aire interior de los edificios ya que también propone medidas de actuación en el que caso de que sean necesarias. El plan de prevención y control consta de tres fases:
Diagnóstico de la situación de calidad: se recoge toda la información sobre el edificio, su ubicación, actividades, materiales, instalaciones, etc. Se evalúan los posibles peligros que podemos encontrar y se realiza una toma de muestras para comprobar la presencia de contaminantes en el edificio.
Medidas de actuación, vigilancia y control: se establecen medidas de control de los focos contaminantes que hayamos encontrado. Se llevan a cabo tareas de desinfección y desinsectación si son necesarias, se toman las medidas necesarias para garantizar una correcta ventilación del edificio, etc. 
Evaluación: se comprueba que las medidas adoptadas y los resultados obtenidos son adecuados y cumplen con la normativa para la calidad del aire interior.